Miradores

Bajo este mismo epígrafe ofrecemos dos rutas distintas que compiten por el mismo encanto:

Nuestra primera ruta de los miradores transcurre por el barrio morisco del Albaicín y recorre cinco miradores con paradas específicas en elementos históricos de interés como aljibes,  murallas, puertas y cármenes.

En primer lugar visitaremos el Mirador de San Cristóbal y su aljibe y después bajaremos al mirador del Carril de la Lona para, de paso, visitar la puerta Monaita. Desde aquí nos dirigiremos por el Parque de Santa Isabel La Real, al mirador de San Nicolás, quizá el más famoso de la ciudad y subiremos hasta San Miguel Alto, el más formidable y de cota más alta  para localizar a vista de pájaro los iconos más importantes de Granada:  El Generalife, la Alhambra, Torres Bermejas… y el Conjunto Catedralicio del centro urbano.

Vista de la Alhambra desde San Miguel Alto

Descenderemos hacia el Sacromonte, por la Vereda de Enmedio, entre muralla, chumberas, pretiles y escalerones hasta el Camino del Monte para visitar el Museo Cuevas del Sacromonte. Buscaremos después  la Placeta del Abad y la Puerta de BibAl Bonud, hacia la Placeta del Comino, otro singular mirador, tan desconocido como interesante. Desde aquí hasta la Placeta de las Escuelas y Placeta de Carvajales iremos completando una visita singular con encuadres imposibles, panorámicas extraordinarias y las  vistas más insólitas de la Sierra Nevada y de la Alhambra.

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Nuestra segunda ruta se sitúa en el extremo opuesto, es decir,  nos situamos en la orientación Sur. Visitamos el Carmen de los Mártires, espacio de especial deleite por sus jardines románticos, sus huertas y cenadores, lago y especies singulares tanto de aves como de arbolado. Desde aquí las vistas son inigualables hacia la Sierra Nevada y el recinto de la Alhambra. Su historia es tan larga y compleja como la de la ciudad. Quedan las huellas de dos singulares poetas: San Juan de la Cruz y José Zorrilla y un pabellón neorromántico no exento de encantos.

Vista del Albaicín desde la Alhambra © Roberto Lacalle

En las inmediaciones de esta colina se encuentran las fortificaciones conocidas por Las Torres Bermejas, tres singulares torreones de época zirí,(siglo Xl) desde cuya explanada se disfrutan unas maravillosas vistas de la Torre de la Vela y del Jardín de los Adarves.  Descendemos hasta la Plazuela del Sol, y a la sombra del último lavadero de la ciudad contemplamos un sugerente panorama de tejados, cúpulas y edificios eminentes de la ciudad. Recorremos la Antequeruela Alta, bajamos por calle Rodrigo del Campo para reconocer su aljibe nazarí y atravesando la Cuesta de Gomérez subiremos las pinas callejuelas de la Churra hasta la calle Almanzora Alta, donde disfrutaremos de un semidesconocido y encandilador mirador que nos devuelve como un espejo la imagen más deliciosa del Albaizín.